(Imagen: Ubé)
Nada sucede
Nada sucede tras los muros de un hogar,
solo gente que pasa
y grita,
que desnuda un pensamiento
y lo cuelga en la boca azul de los tranvías,
que canta con la voz rota
cuando aún no ha salido el sol
y un meteorólogo
de Carolina del Norte
pronostica lluvia intensa.
Nada sucede que no haya sucedido ya,
un divorcio,
la loza esparcida por el suelo,
el hijo yonky frente al televisor,
una multa de tráfico,
un perfume en la nalga izquierda
de otra mujer que no es la suya.
Nada sucede,
los países continúan abrazados
a la melancolía de sus piedras,
Hay cajitas de música
donde los niños se creen la fuga de una mariposa.
Hay cárceles donde los hombres aspiran
a volar por encima de la cojera de una nube.
Nada sucede tras los muros del hogar,
solo capullos de cigarro lamiendo las cicatrices de un colchón,
solo una media sucia en la cesta de la ropa,
un reloj fúnebre que se sienta a esperar en el centro del amor más oscuro,
cadáveres de hermosísimas arañas en el interior de una billetera.
Pero, ¿y si llaman de pronto a las piernas desgastadas de un sueño?
¿Quién va a levantarse a abrir?
Nada sucede en el hogar sino miriadas
brevemente insertas decididamente
torpes palabras torpes gestos torpes
tras de tí sobre tí bajo la almohada
dónde ¿sabes? se construye un río
que es el morir.
Gracias
Gracias, Pedro
Por la mirada y las palabras
Un saludo
Angélica
Me gustó, felicidades